sábado, 9 de agosto de 2025

México: la mujer del César no solo debe serlo, sino parecerlo

 La frase con la que encabezamos este artículo -atribuida a Julio César- surge a raíz de un escándalo en el que su esposa, Pompeya, se vio involucrada. Aunque César creía en la inocencia de Pompeya, decidió divorciarse de ella para evitar cualquier sospecha o duda sobre su propia reputación y posición.

Rafael Cuevas Molina / Presidente AUNA-Costa Rica 

Se trata, por lo tanto, de un tema viejo puesto que César vivió y reinó 100 años antes de nuestra era. En esencia, la frase subraya la importancia de la imagen pública, especialmente para aquellos que ocupan cargos de responsabilidad o tienen una posición de liderazgo. La frase se ha convertido en un proverbio que enfatiza la necesidad de mantener una reputación intachable y evitar cualquier tipo de sospecha o duda, incluso si no hay base real para ellas.

“Americanizar” a Cuba, breve historia de un anhelo

 El parecido entre las circunstancias de finales del XIX y principios del XX, y lo que está sucediendo hoy en este turbulento siglo XXI es innegable. La misma guerra arancelaria, los mismos apetitos de anexión desde el imperio y sus lacayos nacionales, la agudización extrema del racismo que llega a su variante fascista, fueron los denominadores comunes de aquella época y lo son de la nuestra.

Marlene Vázquez Pérez / Cubadebate


En marzo de 1889 tuvo lugar una campaña mediática contra Cuba, en el sentido actual del término, que no pasó entonces a mayores por la intervención enérgica, inteligente y oportuna de José Martí.

The Manufacturer, de Filadelafia, publicó un artículo lleno de ultraje y desprecio hacia los cubanos, el 16 de marzo de ese año, y su adversario político, The Evening Post, de Nueva York, replicó la ofensa días después, pues estaban plenamente de acuerdo en un punto: la inferioridad e incapacidad de los nacidos en la Isla para gobernarse por sí mismos. Ambos textos abundan en adjetivos denigrantes hacia los seres humanos, entre ellos “perezosos”, “cobardes”, “afeminados”, y califican a la Guerra de los Diez Años como “farsa”, entre otras ofensas.

Marx y Mariátegui: entre trabajadores e indígenas

En el presente histórico es evidente que trabajadores e indígenas tienen el desafío de unir fuerzas para hacer viable un proyecto de cambio social. La revolución, como la previeron Marx y Mariátegui, es un proceso en construcción y que requiere de la conciencia política de las clases llamadas a impulsarla.

Juan J. Paz-y-Miño Cepeda / www.historiaypresente.com

La revolución de independencia de los Estados Unidos (1776) y, ante todo, la Revolución Francesa de 1789, han sido consideradas como hechos que marcan el inicio del capitalismo y de la democracia burguesa. Karl Marx (1818-1883) estudió a fondo ese nuevo 
modo de producción, que se extendió por los principales países de Europa. A partir de estos procesos y del análisis que hizo de la Comuna de París de 1871, comprendió que el proletariado era la clase conductora de la revolución que acabaría con el capitalismo para dar inicio a una nueva sociedad. Consideró que las condiciones materiales (económicas) y sociales para ese cambio revolucionario estaban maduras en países como Inglaterra y Alemania. Pero en la última fase de su vida, cuando se dedicó a los estudios sobre Rusia y el colonialismo, observó que los procesos revolucionarios igualmente podrían producirse en cualquier país, al madurar las condiciones históricas de su lucha de clases.

“Nunca en 200 años el pueblo boliviano ha dejado de luchar”

 Discurso de orden en la Sesión Solemne de la Asamblea Nacional de Venezuela en conmemoración del bicentenario de la creación de Bolivia.

Sergio Rodríguez Gelfenstein / Especial para Con Nuestra América

Desde Caracas, Venezuela


Al contrario de lo que podría suponerse y lo que nos han enseñado, la historia no es una suma de fechas, de líderes y lugares. Esos hitos son solo instrumentos metodológicos usados por los académicos para ordenar su estudio. La historia es continua y permanente. Es verdad que nos reunimos para conmemorar aquellas fechas que señalan jalones en el devenir de la construcción de las sociedades y los Estados. Pero si creyéramos que son solo algunos héroes los que deben ocupar un lugar en la historia, estaríamos negando el papel protagónico de los pueblos como principales hacedores de esta. 

Argentina: Faro de crueldad

Milei es un faro de crueldad. Un ejemplo inimitable en el mundo y no representa la tradicional cultura argentina, salvo los gobiernos de las peores épocas de la oligarquía nativa.

Roberto Utrero Guerra / Especial para Con Nuestra América
Desde Mendoza, Argentina

El gobierno argentino de espaldas al sufrimiento del pueblo que conduce, semana a semana celebra sus políticas de austeridad de la manera más cruel y perversa, intentando superar su deshumanización día a día; utilizando todos los medios a su alcance para espiar, recortar subsidios, beneficios en el orden financiero y reprimir con toda la intensidad de las fuerzas de seguridad a los manifestantes de los distintos sectores de la sociedad afectados por sus medidas, como sobornar a la oposición en el área legislativa para conseguir sus desgraciados objetivos.

Argentina: Milei, la Escuela Austríaca y sus alucinaciones

 La Escuela Austríaca (ya una pieza de museo) y sus cultores han demostrado, al igual que los libertarios argentinos, que no tienen la menor idea de como funciona la economía de sus respectivos países y que son tan sólo una esotérica secta fundamentalista...

Atilio Borón / Página12

El presidente argentino es un fervoroso creyente en las teorías desarrolladas por los economistas de la Escuela Austríaca y su remate más radical e intransigente: el anarco capitalismo de Murray Rothbard que no conforme con someter toda la vida social a la magia de los mercados llega al extremo de proponer la lisa y llana abolición del estado. Eso es lo que Milei, auto confesado “topo”, pretende hacer destruyéndolo desde adentro, cosa que en cierta medida ya está logrando, para desgracia de quienes (sobre)vivimos en este país.

Brasil no cabe en el patio trasero de EE.UU.

 El 2026 se acerca, y con él, las elecciones presidenciales en Brasil. Los intentos por desestabilizar el gobierno de Lula no serán sutiles: esperen más aranceles selectivos, más presiones diplomáticas, más editoriales en The Economist tachando al país de «riesgo populista». Pero Brasil ya aprendió la lección: en un mundo donde hasta el comercio es un arma geopolítica, la única salida es jugar en varios tableros a la vez.

Alejandro Marcó del Pont / Rebelion

La política exterior brasileña no siempre fue un mero apéndice de los designios de Washington. Históricamente, el país ha jugado sus cartas con la astucia de quien sabe que el multilateralismo no es una opción, sino una necesidad geopolítica. Desde la defensa del derecho internacional hasta la promoción de la cooperación Sur-Sur, Brasil ha construido su perfil como un actor incómodo para los amos del tablero unipolar: un gigante que se niega a ser reducido a comparsa.

Movimientos en la geopolítica

 En los últimos días, dirigentes de grandes movimientos sociales de la región latinoamericana se han pronunciado sobre la realidad mundial, en términos que considero problemáticos para las luchas de los pueblos. No voy a poner nombres ni siglas, porque lo que me parece importante es debatir ideas o conceptos, y las consecuencias de los alineamientos declarados. 

Raúl Zibechi / LA JORNADA

Todos ellos reflexionan en términos de nación, de país. Por tanto, proponen soluciones a gran escala, como la reforma agraria, así como políticas concretas para cada uno de los problemas del mundo popular, la vivienda, el empleo, la pobreza, el hambre. Proponen elaborar proyectos a gran escala, para millones. 

Gaza: hambruna, trampas mortales y negociado internacional

Aunque crece el repudio internacional contra Netanyahu, la catástrofe humanitaria en Gaza continúa sin solución a corto plazo.

Consuelo Ahumada / Para Con Nuestra América
Desde Colombia

#No dejemos de hablar de Palestina
, claman en cada momento millones de activistas de la causa en el mundo entero. Es precisamente eso lo que intentamos hacer desde este espacio.
 
Cuando han transcurrido casi dos años desde el inicio de la feroz arremetida israelí contra la Franja, la crisis humanitaria parece haber tocado fondo. La población resiste de manera heroica al genocidio, al apartheid, al colonialismo de asentamiento, desplegado bajo las órdenes de Trump, Netanyahu y el poderoso lobby sionista.

Palestina: genocidio y hambruna

En las últimas semanas, con mayor frecuencia, se han podido apreciar imágenes dantescas de los efectos del hambre en Gaza y otras zonas de Palestina, donde centenares de muertes ya se han reportado a raíz de la desnutrición provocada de manera deliberada por el bloqueo impuesto en las fronteras por el ejército de ocupación sionista y el imperialismo estadounidense. 

Cristóbal León Campos / Para Con Nuestra América
Desde Mérida, Yucatán. México.

El hambre es utilizada contra el pueblo palestino como un arma de guerra, lo que no sólo es ilegal ante cualquier tratado internacional, sino que resulta ser una evidencia más del grado de desnumanización del sionismo israelí, pues esas imágenes ejemplifican la reproducción sistemática del holocausto que sufrieran los judíos a manos de los nazis, pero ahora es el gobierno sionista israelí, de Benjamin Netanyahu, quien invade, asesina, mata de hambre, despoja territorios, realiza masacres como juego; pero eso sí, lo niega todo, como si aún hoy se pudiera ocultar la verdad. Y es tal el descaro, que Netayanhu ha querido culpar a la ONU y otros organismos internacionales por la falta de ayuda humanitaria, cuando se sabe que Israel destruye la ayuda y obstaculiza su entrada al territorio palestino por todos los medios posibles. 

La agroecología rentable

 Se cae un mito productivo. La ciencia prueba que la agricultura orgánica es eficaz. Las críticas lanzadas por la gran producción agrícola convencional se desvanecen.

Sergio Ferrari / Para Con Nuestra América
Desde Berna, Suiza

Durante décadas, el debate sobre el presente-futuro de la agricultura ha confrontado dos visiones casi antagónicas. Por un lado, el modelo convencional, centrado en maximizar los rendimientos, para lo cual une tecnología, agroquímicos e inmensos monocultivos. Por el otro, las propuestas orgánicas-bio o agroecológicas, consideradas interesantes, pero cuestionadas por ser “menos productivas”.  Detrás de una y otra visión se ubican la gran producción agroexportadora y las alternativas ecológicas defendidas, entre otros, por los movimientos sociales del mundo rural. 

La tiranía de las naciones pantalla

En La tiranía de las naciones pantalla” (Akal, 2025) el periodista andaluz Juan Carlos Blanco lanza una advertencia tan lúcida como inquietante: ya no somos gobernados por los estados, sino por plataformas digitales que han concentrado un poder económico, cultural y político que eclipsa al de muchas naciones y transforman a los ciudadanos en piezas de un experimento social a escala planetaria. 

Rosa Miriam Elizalde / LA JORNADA

Con estilo sereno y seductor, el ensayo parte de una perplejidad fundamental: ¿cómo es posible que la adicción masiva a los teléfonos móviles no ocupe un lugar central en el debate público? Para explicar por qué la droga es la pantalla, Blanco nos ofrece una cartografía del tsunami tecnológico que ha arrasado las dos últimas décadas, protagonizado por corporaciones como Google (Alphabet), Meta (Facebook e Instagram), Amazon, Apple, Microsoft o X (antes Twitter). Unos pocos monopolios han asumido competencias tradicionalmente estatales sin haber sido jamás refrendadas por la voluntad democrática ni sometidas a mecanismos de rendición de cuentas. 

Armas: negocio infame… pero muy lucrativo

 Las armas no dan seguridad; por el contrario, para nosotras y nosotros, ciudadanos de a pie que no decidimos la marcha del mundo, y mucho menos las guerras, constituyen un alto riesgo.

Marcelo Colussi / Para Con Nuestra América

Desde Ciudad de Guatemala


Si quieres la paz, prepárate para la guerra”, decían los romanos del Imperio. Parece que la máxima continúa absolutamente vigente. Hoy la preparación para la guerra -aunque nos cansemos de hablar de paz y exista una Organización de Naciones Unidas que formalmente vela por ella (sin conseguirlo nunca, aclaremos)- es, por lejos, el negocio más voluminoso del planeta, que mueve los avances científico-técnicos más fabulosos, y la actividad que concita las mayores preocupaciones de toda la humanidad. 

sábado, 2 de agosto de 2025

México y la controversia por las estatuas

 Tras el derrumbe de estatuas y monumentos lo que hay es una disputa por la memoria. El pasado no es, de ninguna manera, algo muerto e inerte, sino que se encuentra vivo y alimenta visiones de mundo e ideologías, contribuyendo a estructurar y mantener sistemas sociales.

Rafael Cuevas Molina / Presidente AUNA-Costa Rica 

Recientemente, desde la ventanilla de un automóvil que circulaba por las atiborradas calles de  Ciudad de Guatemala, vi la estatua ecuestre decapitada de un general-presidente del siglo XIX. Una bolsa plástica negra cubre hoy su cuello desgonzado, quién sabe si por razones estéticas o como sustituta permanente de la otrora testa mayestática.
 
En otras partes he visto columnas y pedestales vacíos, algunos con feas barras de hierro sobresaliendo como testigas de la furia de quienes hoy le cobran a los inmortalizados en bronce los yerros que sus congéneres no solo no vieron sino que, muchas veces, entendieron que eran cualidades dignas de celebrar y emular.

Éramos repúblicas

 Podría señalarse que la más importante conquista institucional, después del declive de los regímenes autoritarios del siglo anterior fue la consolidación, en Nuestra América, de repúblicas. 

Jaime Delgado Rojas / AUNA-Costa Rica

Lo del adjetivo “democráticas” se da por sentado: hay elecciones periódicas para la escogencia de las autoridades del Estado, cualquier ciudadano es elector y puede ser electo, hay, al menos, tres poderes autónomos e independientes, siguiendo el diseño ilustrado europeo (Montesquieu) y norteamericano (Madison). De esa forma, en cualquier país que se precie de moderno en Nuestra América (una democracia liberal capitalista) no hay figura jurídica que legitime la diferenciación social por linajes, castas o élites: las ostentaciones aristocráticas quedaron muy en el pasado, en el siglo XIX, cuando solo tuvieron alguna vigencia en México, o pretensiones en la Gran Colombia y Perú, naturalmente fuera de Brasil donde hubo un largo periodo monárquico. En cuanto a los militares, podemos afirmar que también quedaron en el pasado los oprobiosos golpes de estado militar que frustraban gobiernos democráticos: no obstante que se hayan puesto de moda otras formas de deslegitimación política echando mano a procesos judiciales amañados, como fueron las experiencias de Argentina, Brasil, Ecuador y Perú.